Raya, el Tinder-LinkedIn de los famosos
¿Quieres fornicating + networking?; y el negocio de mantener a Puigdemont a cargo del contribuyente
Es difícil ser famoso, y salir a la calle y que todo el mundo te reconozca y se quiera hacer selfies contigo. O lo contrario: que pasen de ti. En todo caso, es difícil ser famoso y más difícil aún es ligar en las apps de los pobres, cuando eres famoso: imáginate la cantidad de taxistas y contables y funcionarios de ayuntamientos provinciales que quieren pedirte una cita. Insoportable.
Raya es una aplicación de citas exclusiva que se lanzó en 2015 para resolver ese problema. Me imagino la reunión de los fundadores con los primeros financiadores, porque ésta siempre es la pregunta que te hacen:
-¿Qué problema queréis resolver?
-El problema que encuentran los famosos que no quieren enrollarse con gente normal.
Este problema no es baladí: cuando a Tom Cruise le abandonó su segunda esposa, una actriz entonces famosilla, sus colegas de la cienciología se volvieron locos buscándole una nueva novia que cubría todas sus especificaciones: atractiva, inteligente, simpática, miembro también de la cienciología. Igualmente la abandonó a los pocos meses porque, como le explicó a los cientólogos, la chica nueva no tenía “star power”.
Raya solo acepta como clientes a famosos, personas influyentes y profesionales de las industrias creativas, gente guay como los que tenemos una newsletter en Substack (espero). Es a menudo denominada la "aplicación de citas de famosos", y ha ganado atención por su base de usuarios de alto perfil y su proceso de admisión selectivo. La aplicación utiliza un estricto proceso de solicitud que incluye un sistema de referencia, con un comité anónimo que revisa las solicitudes para garantizar que solo se unan los solicitantes seleccionados.
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