Vuelve la locura de Gamestop
La revuelta de las masas contra los vendedores a corto, segunda parte; el negocio de apoyar a Donald Trump; y más inteligencia artificial es mejor
Publicar memes en Internet puede hacerte muy rico si eres Keith Gill, el tipo de la foto que se ha hecho de oro montando movidas en torno a las acciones de GameStop (ticker: GME).
Después de retornar el mes pasado a las redes por primera vez en tres años, Gill finalmente ha publicado una captura de pantalla de su cuenta de corretaje en Reddit que mostraba una posición de $260 millones de dólares a fecha del lunes pasado.
Las aventuras de Gill con las acciones de GameStop durante la pandemia han sido tan intensamente reportadas que acabaron narradas en una (excelente) película llamada Dumb Money, donde se explica cómo utilizó foros de Reddit en su campaña para reclutar pequeños inversores que le ayudaran a relanzar el precio de las acciones de la compañía, y derrotar a los inversores a corto que querían hacerse de oro hundiéndola — como se han hecho de oro hundiendo, recientemente, el precio de Grifols.
La aventura de Gill se puede resumir en una gráfica que muestre la cotización de la empresa — un minorista de videojuegos tradicional al que muchos habían dado por muerto — en los últimos años. Después de machacar a los bajistas con subidones increíbles en 2021, la acción fue tirando hacia abajo en los años siguientes después de que Gill saliera de la escena, hasta que ha vuelto:
Gill se hizo muy rico en 2021, liderando a hordas de inversores. Parte del atractivo de Gill es que parece ser un tipo normal y corriente que logró un gran éxito comercial con una cuenta E*Trade. En ese momento, trabajaba en marketing para MassMutual y estaba registrado como corredor de bolsa.
Su última publicación en Reddit en 2021 mostró que sus posiciones en GameStop valían alrededor de $30 millones, una fortuna obtenida en gran parte comprando acciones de GameStop y no vendiéndolas cuando afrontaban bajones.
¿Cómo ha pasado Gill de tener una posición de $30 millones a una de $260 millones? No lo sabemos. Las redes sociales están repletas de especulaciones de que Gill no está trabajando solo, o tal vez se ha apalancado, tomando prestado al usar sus acciones preexistentes como garantía.
Lo que podemos decir es que parece estar teniendo algo de suerte en el mercado de opciones. Estas opciones son una bomba de destrucción masiva, ya que sus precios pueden multiplicarse rápidamente si la apuesta de un operador resulta correcta — y también puede ocurrir lo inverso.
Imaginen que quieren apostar porque las acciones de Telefónica van a subir de 3 a 4,5 euros. Pueden comprar acciones de Telefónica y quedarse con una ganancia del 50% de su inversión cuando sus sueños de hagan realidad. O pueden comprar opciones para adquirir acciones de Telefónica a precios mucho más bajos, y activarlas cuando la acción llegue a 4,5 euros, quizás quintuplicando su ganancia inicial. El problema es que, si sus sueños no se cumplen, pueden perderlo todo, en lugar de quedarse con un paquete de acciones como el que tenían al principio.
El Wall Street Journal ha reportado que Gill ha estado comprando opciones vinculadas a GameStop, lo que quiere decir que es cierto. De hecho, Gill eventualmente lo confirmó. Ahora mismo, el mercado de opciones de GameStop está que se sube por las paredes: hay gente comprando opciones con un precio “strike” (de activación) de 128 dólares, que sería el triple de la cotización actual. Parece que ha vuelto la manía GameStop. Abróchense los cinturones.
DEL ARCHIVO:
El negocio de apoyar a Donald Trump
La condena a Donald Trump por un caso de absoluto chichinabo de falsificación de documentos privados en Nueva York (lo que no es delito ni en España ni en EEUU, a menos que se perjudique a un tercero) casi garantiza que será elegido presidente en Noviembre, debido a la enorme reacción popular que ha generado en su favor.
Ello explica, en parte, que los oligarcas estadounidendes estén expresando apoyo a Trump: a nadie le gusta apoyar al caballo perdedor. Pero hay más. Observen que esta reacción de los multimillonarios le llama la atención a mis ex colegas de Bloomberg News, que apuntan a uno de los pilares tradicionales de apoyo a Trump entre la comunidad oligárquica: que los ricos no quieren pagar impuestos:
Desde partidarios de toda la vida hasta compañeros de viaje reacios, un número creciente de figuras prominentes de los negocios y las finanzas estadounidenses están abrazando la posibilidad de una restauración de Trump, pese a sus condenas penales.
“Este veredicto tendrá un impacto menor que nulo en mi apoyo”, dijo Omeed Malik, presidente de 1789 Capital y coanfitrión de la recaudación de fondos Pierre para Trump, mientras procesaba la noticia el jueves por la noche. Haciéndose eco de las palabra de Trump y líderes republicanos, Malik caracterizó todo el juicio por dinero secreto como una “conversión del sistema legal en un arma” y “justicia jurisdiccional”.
Una cosa es segura: algunos financieros que abandonaron a Trump después de que sus partidarios irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 (y mantuvieron la distancia mientras él seguía afirmando falsamente que las elecciones de 2020 fueron robadas) ahora están volviendo a apoyarlo.
Una gran razón, en una palabra: dinero. Trump ha prometido recortar los impuestos a los ricos y eliminar las regulaciones. El presidente Joe Biden quiere lo contrario.
Para aceptar esa explicación hay que aceptar que los multimillonarios son fans de los impuestos bajos, sí, pero:
Después del rollo del asalto del Capitolio pensaron que Trump se había vuelto demasiado tóxico
Después del rollo del juicio pìensan que el pecado anterior ha sido borrado por la torpeza de los Demócratas
Esto tiene todo el sentido, aunque los de Bloomberg no lo pueden poner tan claro (yo trabajaba para Bloomberg cuando Trump fue elegido en 2016 y me consta que el fundador de la empresa, Michael Bloomberg, aborrece a Trump más a nadie en el planeta). La sospecha generalizada es que el ataque legal a Trump vía sus registros corporativos ha aterrado a los multimillonarios, porque favorece la criminalización y uso en litigios politizados de prácticas que son muy comunes.
Si son autónomos, saben que los registros privados (no los que se presentan a Hacienda, porque a Trump no se le ha acusado de delitos fiscales) frecuentemente son imperfectos y/o incompletos. Igual ocurre con los de las empresas.
La interpretación de Bloomberg sería que Wall Street apoya a Trump A PESAR del veredicto, pero la verdad es que Wall Street, Silicon Valley y otros intereses empresariales se están volviendo contra los demócratas DEBIDO AL veredicto, porque los fiscales demócratas en Nueva York (y especialmente Manhattan), la capital financiera de Estados Unidos, han convertido posibles faltas y delitos potenciales en crímenes por los que el régimen te puede meter en la cárcel los años que quiera.
Esta interpretación es que el apoyo del capital a Trump es egoísta en extremo. Y si el capital, después de años a favor de los Demócratas, se vuelve en su contra hay poco que hacer, amigo Joe Biden.
Al día con el tema de la inteligencia artificial
Mis lectores habituales ya saben que doy bastante la matraca con el tema de la inteligencia artificial, pero escuchen esto: igual no es bastante. Si hay un sector de la economía que puede llevarnos a un apocalipsis robótico o cambiar totalmente la faz de las economías mundiales, ése es el de IA.
Por eso me alegra que haya gente que está todo el día encima del tema. Si son de los que les gusta estar al día con lo de la IA, como yo, les recomiendo la newsletter IA News and Tools by ConsultoresIA, a la que pueden apuntarse aquí. En una de sus últimas ediciones, se fijan en asuntos como las nuevas mejoras en ChatGPT para el análisis de datos, y cómo el GPT-4o, el último modelo de IA de OpenAI, une la comunicación en tiempo real entre humanos y máquinas, ampliando las capacidades más allá del texto para incluir visión y audio. Todo con enlaces a publicaciones especializadas en español.