Por qué ha bajado el precio de la luz
Nunca llueve a gusto de todos los operadores en el complejo mercado eléctrico; el negocio de los restaurantes canallitas; odio odio odio odio odio a Google
El mes de abril marcó los precios más bajos de la historia en el mercado mayorista español, menos de 14 euros por MWh, y la tendencia de precios bajistas de la electricidad ha continuado el resto de la primavera. Probablemente muchos de los lectores de esta newsletter (oigan, incluso su escritor) no se han dado mucha cuenta porque gran parte de la factura son costes fijos e impuestos, con lo que por mucho que baje el coste de consumo no se nota tanto, pero aquí hay tema.
El motivo de este descenso fue el gran aumento de la contribución de las plantas hidráulicas, de coste bastante bajo, gracias a las abundantes lluvias que hemos tenido y seguimos teniendo. Por seguir con los datos de abril, los embalses españoles pasaron de producir 1.533 a producir 4.115 GWh, un 168% más que en abril de 2023.
Esta notable producción hidráulica, explica Manuel Fernández Ordoñez en Libre Mercado, ha expulsado al gas del mercado: su producción ha pasado de los 3.910 a los 2.285 GWh, un 41% menos:
La realidad del mercado eléctrico es mucho más compleja, pero la conclusión somera que podemos extraer es que estamos disfrutando de precios bajos porque hemos tenido la suerte de que ha llovido mucho, no porque la eólica y la solar hayan tenido una contribución extraordinaria este año (de hecho, han producido menos que el año pasado).
No hace mucho que leíamos titulares acusando a la energía hidráulica de todos los males posibles. De vaciar los embalses a propósito, de dejar a la gente y al campo sin agua, de anteponer los intereses privados al interés general. ¿Dónde están ahora esas voces? ¿Dónde están ahora los que decían que el mercado marginalista de electricidad era una estafa para los ciudadanos? El mismo mercado marginalista que durante meses tuvo precios altísimos es el que ahora nos da precios muy baratos. El mercado es el mismo, no ha cambiado, sigue siendo marginalista.
La culpa, por supuesto, no es del funcionamiento marginalista del mercado, sino de las tecnologías que operan en él. Mientras sigas necesitando la entrada de gas en momentos clave, éste entrará a precios altos y el mercado marcará precios altos.
Si consigues expulsar al gas, los precios serán bajos. No hay más.
El mercado eléctrico es de una enorme complejidad regulatoria, pero se puede explicar a grandes rasgos, simplificando bastante: la energía nuclear es de coste bastante bajo, y la energía hidráulica igualmente (en ambos casos, los costes de infraestructuras los pagó el estado literalmente hacia décadas).
El gas natural será caro mientras le toquemos las narices a Rusia con lo de Ucrania y Oriente Medio se mantenga en tensión con el conflicto palestino y todos los otros conflictos que los pacíficos israelíes tienen con muchos otros vecinos que no tienen la suerte de ser guays y demócratas.
Luego está el mundillo de las renovables, que también es muy complejo pero se puede resumir en plan: tenían costes muy altos y llevan años y años bajando a tal ritmo que es posible decir que, aún sin alcanzar un volumen enorme de producción, pueden estar muy pronto en costes de generación eléctrica más que razonables. Luego, dentro de esto hay todo un mundo que ha sido curiosamente afectado por la caída de los precios eléctricos mayoristas: fíjense que Holaluz, la compañía catalana de autoconsumo eléctrico pionera en el mundo de la que presumían los apóstoles de la transición renovable, sólo se ha salvado (de momento) de milagro del preconcurso de acreedores.
Como informa José de la Morena en OK Diario, Holaluz está viviendo un año muy complicado en el que, prácticamente cada tres meses, afronta una crisis de liquidez. Ha reducido 30 millones en costes en el último año, y tras ello tuvieron un encuentro con los responsables de la bolsa española para explicar sus nuevas cifras:
La empresa ha adelgazado tanto que pudo explicar que ahora tiene un ebitda -ganancias antes de intereses e impuestos- positivo, y que incluso le permitirá elevar ese ebitda hasta el entorno de los 20 millones en positivo. Teniendo en cuenta que la compañía perdió el año anterior casi 15 millones de euros, ahora Holaluz se presenta como una empresa que, aunque se vuelve más modesta y pequeña, mantiene un margen razonable para pensar que su viabilidad es posible.
En el encuentro con los responsables de la bolsa, Carlota Pi y su equipo explicaron el nuevo rumbo que quieren para la compañía. Buena parte de las empresas relacionadas con el autoconsumo están teniendo que reformular su negocio, porque se basaban en un precio energético que, tras caer, ha dejado prácticamente sin márgenes sus beneficios. Holaluz tiene una base de clientes fuerte, y es ahí donde se centran ahora los esfuerzos del equipo directivo. Mantener el nivel de ingresos a pesar del recorte realizado.
Holaluz también explicó que ahora cuenta con una facturación mensual recurrente que oscila en una horquilla de entre 15 y 20 millones de euros, con lo que podría hacer frente sin problemas a los nuevos costes de la compañía. En el lado negativo, el grupo insiste en mantener su división de instalación de energía solar en los hogares, la división que generó más pérdidas para la empresa en 2023. Pero espera que, tras los cambios realizados, pase a ser una parte positiva del negocio integral del autoconsumo energético.
Holaluz tiene por delante, pese a todo lo comentado, un difícil camino que, como adelantó este diario, pasa por hacer frente a los acreedores sin una línea de crédito fija que le permita financiar la deuda de la compañía. Carlota Pi tuvo la opción de pignorar sus acciones -lograr un préstamo por las mismas mientras se venden-, pero esa opción, por plazos de financiación, ya no es posible. Es cierto que la propia fundadora de Holaluz nunca ha tenido intención de deshacerse de su participación, pero es una de las pocas opciones que quedan sobre la mesa ante la falta de nuevas líneas de crédito.
En todo caso, rebajar 30 millones los costes, si efectivamente logran un ebitda cercano a los 20 millones de euros este 2024, podría abrirles esas nuevas líneas de crédito.
El próximo 19 de julio Holaluz ha de hacer frente a dos pagos y desde la compañía «aseguran que no están preocupados por ese deadline», y deslizan a OKDIARIO que «están tranquilos y que afrontarán ese pago sin problemas». Desde la Generalitat han dado algo de liquidez a la compañía, que no sirve para cubrir esos montantes.
La compañía afronta también, como suele ocurrir en estos casos, una guerra accionarial. A finales de junio afronta una junta general donde flotará el fantasma de su rival SolarProfit, que solicitó el preconcurso hace unas semanas, por no hablar del expediente sancionador que les cayó en mayo del regulador bursátil. Para que vean que no siempre llueve a gusto de todos.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Finanzas Políticas para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.