Cómo ganar dinero (de verdad) con el periodismo
Periodismo deliberado para operaciones con información privilegiada; el envejecimiento deliberado de la población española; la destrucción deliberada de las economías europeas
Criptan, la plataforma que te permite ahorrar y generar ingresos pasivos con tus criptomonedas ha lanzado una newsletter para estar informado cada semana con todo lo que tienes que saber de la actualidad cripto.
Su nombre es Must, y como podrás ver su contenido curado nos permite en 10 minutos estar al día de todo lo relevante. Cada semana en tu email puedes recibirla gratis.
Me fascinan los modelos de negocio que permiten ganar dinero haciendo lo que me gusta, que es investigar cosas, descubrir cómo o por qué no funcionan, y luego explicárselo a la gente. Eso debería ser el modelo básico del periodismo, pero el mundo, ya lo sabemos, no funciona así.
Por eso me mola el modelo periodístico que inventado el fondo de cobertura (“hedge fund”) estadounidense Hunterbrook. Como explica Matt Levine de Bloomberg, el fondo ha lanzado una compañía (Hunterbrook Media) con periodistas de verdad para publicar noticias generales y periodismo de investigación. No hay muro de pago ni publicidad. La forma en que se financia es mucho más astuta: cada vez que se publica un artículo de investigación, la sala de redacción lo envía antes a los gestores financieros de Hunterbrook Capital para que operen con esa información antes de que sea pública.
Me parece un invento, qué quieren que les diga, extraordinario. Sé que entre mis lectores hay gestores de fondos y profesionales financieros: llámenme, e intentemos replicarlo. Claro que podría funcionar.
De hecho, no acabo de ver cómo podría no funcionar, siempre que se gestione con cierta cabeza: este modelo de negocio implica que parte de Hunterbrook actúe esencialmente como un fondo de cobertura activista de ventas en corto, al estilo de los chicos de Gotham que han puerto a Grifols y varias otras empresas contra las cuerdas, descubriendo y publicando sus (presuntas) guarrerías a cambio de enormes (y tangibles, no presuntos) beneficios. Creo que Levine tampoco duda del éxito del modelo (las traducciones son mías):
Otra forma de pensar en este modelo de negocio es que se trata de un arbitraje salarial. Es caro contratar analistas de fondos de cobertura para investigar empresas de todo el mundo. ¡Es más barato contratar periodistas! Es posible encontrar más señales de compra o venta con 20 periodistas que con un analista de fondos de cobertura.
Hunterbrook ha anunciado que, en las próximas semanas y meses, sus investigaciones expondrán a un conglomerado de combustibles fósiles que apoya a una junta militar (me huele a Myanmar), a un gigante agrícola que expande sus operaciones en una región conocida por los trabajos forzosos (apostaría por Xinjiang, China) y a una empresa de energía que destruye un ecosistema (todas lo hacen, así que imposible adivinar cuál sería).
En un comunicado, la empresa añadió esta frase maravillosa: “Creemos que muchas de las corporaciones sobre las que informaremos también mienten: a los clientes, las comunidades, los socios, los accionistas y el mundo”.
Como señala Levine, la página web se parece más al rollo Gotham que al rollo Bloomberg. Hay un “resumen de noticias globales” con noticias económicas de corresponsales extranjeros, pero está algo escondido en la página de inicio, que está dedicada principalmente a la primera gran investigación, sobre United Wholesale Mortgage, el mayor prestamista hipotecario de Estados Unidos.
La esencia del asunto es que UWM otorga hipotecas exclusivamente a través de corredores hipotecarios independientes, quienes supuestamente encuentran la mejor oferta para los clientes mirando ofertas de muchos prestamistas competidores, pero muchos corredores envían el 99% de su negocio a UWM y puede que no estén tratando muy bien a sus clientes. Típico material para exponer a una compañía, que sude la gota gorda, y Hunterbrook Capital se forre con una posición a corto.
De todos modos, es importante destacar que las ventas en corto no son el único modelo de negocio para el periodismo de investigación de Hunterbrook. La empresa se ha asociado a quizá el mayor bufete de EEUU, Boies Schiller Flexner LLP (cuya sede principal está en Washington DC, a tiro de piedra de la Casa Blanca, muy cerca de donde yo trabajaba) para explorar una demanda colectiva contra UWM que busca restitución para los compradores de viviendas.
Me va este rollito, una especie de combinación de Todos los Hombres del Presidente con Better Call Saul y The Big Short. Le veo futuro.
España, país para viejos
Una antigua tradición periodística consiste en ver las horripilantes cifras de fertilidad de cualquier país desarrollado (especialmente, las de España), rascarse la cabeza y decir “puf, es imposible saber cómo se podría subir la natalidad”. Esto es estúpido en muchos niveles, porque hay numerosos datos y estudios que indican cómo se puede subir la natalidad, y cómo se relaciona la natalidad con numerosas variables (estado civil, ingresos, disponibilidad de vivienda y guarderías, etc).
Sobre esto ya he hablado bastante, pero les refresco: pongamos el ejemplo de Hungría, no por primera vez. Junto con Georgia, es el único país europeo que ha observado una significativa subida en la tasa de fertilidad en los últimos años. ¿Qué de significativa? Muy significativa: en 2023, la tasa estaba en 1,54 hijos por mujer, en comparación con un mínimo de 1,23 en 2011.
Sin embargo, no creo que hayan leído nada de esto recientemente en las noticias. Si acaso, habrán leído lo contrario: que incluso Hungría, país que se gasta una pasta gansa en la promoción de la fertilidad, registró el año pasado una caída de los nacimientos respecto a 2022. Lo que es verdad, pero al tiempo es engañoso: la tasa de fertilidad por mujer sigue aumentando, pero el país está ahora sufriendo las consecuencias de tener una población muy envejecida (de hecho, en declive, al tener muy poca inmigración) en la que a muchas mujeres ya se les ha pasado el arroz.
Es importante entender esto porque los enemigos de las políticas de natalidad lo tienen muy claro: ellos, por diversos motivos, quieren que baje la población. Porque están preocupados por el cambio climático, porque quieren que haya más espacio para los animalitos, porque piensan que los humanos somos un cáncer sobre la Tierra. Por el motivo que sea: quieren que baje la población, y se agarrarán a cualquier clavo ardiendo para justificar que no solo no debemos favorecer la fertilidad, sino que además es inútil y es tirar dinero a la basura, y es de fachas.
Por eso, aunque sigan cayendo estudios académicos y de todo tipo mostrando que hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar la fertilidad, los grandes medios y los políticos prefieren ignorarlos. Aquí, por ejemplo, está este estudio de Anastasia Terskaya sobre cómo el dinero afecta al matrimonio y la fertilidad. ¿La conclusión? Que actuar por el lado de costes en el tema es incluso más eficiente que actuar por el lado de ingresos:
Las transferencias de efectivo incondicionales podrían ser efectivas para impulsar la fertilidad, pero es probable que su efecto sea pequeño. Por el contrario, se ha demostrado que las políticas familiares que reducen el coste de tener hijos (por ejemplo, el cuidado infantil universal) tienen los efectos bastante más significativos en la fertilidad.
Aquí, Elisa Chuliá (observen que la gran mayoría de estudiosos del tema son mujeres; la gran mayoría de mujeres prefiriría tener más hijos de los que tiene, según múltiples estudios) explica que “la infecundidad generacional puede resultar de las decisiones voluntarias de mujeres que durante su periodo fértil renuncian a tener hijos, pero todo indica que responde en mayor medida al desistimiento de la maternidad por las múltiples restricciones que impone el entorno laboral, económico e institucional”:
Hay quien, dando la espalda a esta evidencia o minimizando su importancia, piensa que la caída de la natalidad no constituye un problema social, toda vez que la inmigración puede suplir a los niños que no nacen. Al margen de la profunda frustración que, individual y colectivamente, puede provocar la imposibilidad de satisfacer los deseos reproductivos, conviene recordar que la inmigración como estrategia demográfica precisa de planificación, acuerdos estables y políticas públicas bien diseñadas que hay que ir probando y ajustando, dando tiempo a que rindan los resultados previstos. Mientras seguimos a la espera de todo ello, las cifras anuales de fecundidad y nacimientos retratan a una población que ha perdido ilusión, empuje y confianza en su capacidad de afrontar las incertidumbres que el porvenir siempre entraña.
Almudena Sevilla reincide sobre el tema de la brecha salarial y cómo es en gran medida (según varios estudios, en exclusiva) un problema de penalización por la maternidad a las mujeres trabajadoras:
Los formuladores de políticas aún tienen que comprender los matices y los intrincados mecanismos que explican por qué los ingresos de las mujeres se ven afectados al convertirse en madres, especialmente cuando las madres ajustan las horas de trabajo después del nacimiento de los hijos y exhiben ausencias prolongadas de la fuerza laboral a medida que los niños crecen. Es vital que las políticas vayan más allá de las preocupaciones centradas en los niños y abarquen la dinámica general de la creación de hogares y sus ramificaciones en la equidad de género.
Así las cosas, cuando la pregunta es si estamos condenados a ser un país de viejos en 2050, la respuesta solo puede ser que sí. Pero esto es porque la élite dominante, los “formuladores de políticas” de los que habla Almudena Sevilla, lo quieren. Echar la culpa al clima, la movilidad seminal, la pereza o Netflix es ofuscar el problema.
Mientras, el tiempo pasa, a más mujeres se les pasa el arroz y el dinero se usa en invertir en pelotazos orientados a la gestión de la ancianidad y la próxima generación que llegará a los asilos, modernillos y con Wifi.
DE LOS ARCHIVOS:
La muerte de las economías europeas en Ucrania
Un día, dentro de no mucho, quedará claro para todos los ciudadanos pensantes de la Unión Europea que la guerra de Ucrania fue un inmenso error al que se dejaron arrastrar, que marcó el fin del ciclo de mera decadencia de la UE y su entrada en crisis acompañada por la más completa irrelevancia política y económica. Más y más gente se va dando cuenta:
El primer gran cisma se puede encontrar en la relación entre Estados Unidos y sus aliados europeos. Es posible argumentar, aunque de manera bastante cínica, que obligar a Ucrania a seguir luchando en lugar de aceptar concesiones limitadas al comienzo de la guerra sirvió para lograr beneficios ventajosos para Washington. El corte de petróleo y gas rusos hacia Europa ha beneficiado directamente a la industria energética estadounidense a través de la posterior demanda de Gas Natural Licuado estadounidense, ayudándola a convertirse en el mayor exportador de GNL del mundo en 2023, con Europa como destino principal.
El año pasado también se establecieron nuevos récords para las exportaciones de petróleo crudo de Estados Unidos; Europa volvió a liderar el camino como principal destino exportador (1,8 millones de barriles/día, frente a 1,7 millones destinados a Asia y Oceanía). Todo esto estuvo respaldado por uno de los acontecimientos interalianzas más importantes en el período posterior a la Guerra Fría: el sabotaje y la destrucción de ambos oleoductos Nord Stream. Al mismo tiempo, el aumento del precio de la energía junto con los desafíos de la cadena de suministro en Europa ha impulsado la competitividad relativa de la economía estadounidense a medida que los costos de producción se dispararon en el continente. Alemania –la potencia industrial de Europa con una economía que depende en gran medida de la exportación de productos manufacturados– ha caído precipitadamente hasta convertirse en la principal economía desarrollada con peor desempeño del mundo.
Esta gráfica de abajo les muestra la cuota de producción mundial de petróleo (en barriles equivalentes, incluyendo el gas de esquiste extraido casi en exclusiva en EEUU) desde 2005: